Eduardo Ortega Socorro. Valladolid
"La hiponatremia se maneja mal. Su presencia en hospitalizaciones cuadruplica el riesgo de caída accidental de los pacientes, que un 1,3 por ciento de las ocasiones acaba en rotura de cadera". Así se refiere Alberto Tejedor, del Hospital Gregorio Marañón, a la hiponatremia, una enfermedad que, en su forma crónica, tilda de "impredecible" y que considera infradiagnosticada .
Alberto Tejedor, jefe de Nefrología de críticos del Hospital Universitario Gregorio Marañón, de Madrid; Isabelle Runkle, jefa de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid; Alejandro Santiago, del servicio de Farmacia del Hospital Clínico de San Carlos, de Madrid, y Andrés Navarro, jefe de Farmacia del Hospital General Universitario de Elche.
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Una de las alternativas para su tratamiento es tolvaptan, un producto de Otsuka, que para Isabelle Runkle y Alberto Santiago, ambos del Hospital Clínico de Madrid, demuestra múltiples beneficios en el tratamiento de la enfermedad, tanto a nivel clínico como económico.
Y es que "por cada euro invertido en tolvaptan se ahorran casi tres euros", asegura Santiago, farmacéutico hospitalario en el centro madrileño, gracias a la reducción de atención asistencial e incluso de costes por futuras hospitalizaciones.
De hecho, Runkle apunta que con este producto se han logrado mejoras cognitivas en los pacientes que padecen hiponatremia, además de una reducción de la mortalidad. Otro aspecto positivo es el alto nivel de respuesta a la terapia.
A estas cuestiones, abordadas durante el simposio ‘La hiponatremia como principal alteración electrolítica en pacientes hospitalizados y ambulatorios ‘, patrocinado por Otsuka y celebrado en el marco del 59º Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), se suma un aviso: “Hay que tener cuidado en preparación y dispensación, ya que es un medicamento de alto riesgo”, advierte Santiago.
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